1. No abandones el entrenamiento de fuerza
Durante todo este año hemos ido escribiendo sobre la importancia del entrenamiento de fuerza. A veces, con las próximas comidas que se avecinan, aunque este año por las circunstancias no sean tan numerosas en cuanto a la gente, seguirán siendo copiosas por la costumbre de las fiestas. Además, los días señalados caen entre semana, con lo

que probablemente se nos junten cuatro días seguidos de comidas en abundancia. Es por este motivo principalmente por el que la gente se centra en el ejercicio de moderada intensidad, popularmente llamado “cardio”, y deja de lado el entrenamiento de fuerza. Es un error pensar que por realizar actividad durante más tiempo vamos a quemar más calorías. En números absolutos sí es así. Lo puedes ver en tu pulsómetro, pulsera de actividad o dispositivo móvil, ya que hoy en día se mide todo. Pero el cuerpo no es un interruptor. Lo importante del entrenamiento de fuerza son los efectos que provoca en el cuerpo después, ya que las adaptaciones metabólicas conllevan un gasto energético que no se dan en el resto de actividades.



A media tarde te encontrarás mucho mejor, y de hecho en la cena estarás más a gusto, y no se desajustarán tus horas de sueño. Por tanto, caminar tranquilamente o realizar alguna actividad en familia justo después de la comida te permitirá disfrutar del resto del día de una forma mucho más cómoda.
4. Plantea actividades en familia
Relacionado con el punto anterior, puede ser una buena excusa para pasar más tiempo con los tuyos. Bien sea con paseos, o dentro de casa con alguna actividad controlada, desde juegos de mesa hasta alguna actividad de colaboración. Todo suma a la hora de mantener tu organismo activo y facilitar que en estas semanas de excesos no se vaya al traste todo el trabajo de los meses anteriores.
2. No comas por los ojos
Muchas veces antes de sentarnos en la mesa ya llevamos unos cuantos aperitivos. Entre los vinos, los entrantes y algún dulce, ya nos podríamos dar por comidos o cenados. Aunque esto te lo explica con mucho más detalle mi compañera Patricia en el apartado de nutrición, hemos de intentar ser un poquito conscientes a la hora de comer, y pensar que el hecho de que sean días señalados no significa que haya libre albedrío para comer lo que se nos antoje. Se debe facilitar el guardar un equilibrio.
3. Intenta no dormir siesta, sobre todo los días de comidas copiosas.
Si tienes la suerte de que no te toca trabajar, y disfrutas de días festivos en familia, normalmente las cenas se alargan hasta horas más intempestivas de lo habitual. Esto hace que la hora de la siesta se haga más apetecible, y probablemente dure más tiempo de lo normal. Respetar los ritmos circadianos ayudará a tu organismo a asimilar los nutrientes con mayor eficacia, pero además permitirá no perder tus ciclos de actividad y descanso. Si tras una comida copiosa caes en la tentación y te echas una siesta, estás perdiendo una oportunidad de reducir el impacto de esa comida en tu organismo. Tampoco es que programes tu entrenamiento de fuerza para justo después de la comida, pero puedes sustituir esa cabezada por un pequeño paseo que ayude a tu organismo a hacer la digestión.


5. Lleva el ejercicio a casa si no te dejan salir.
Son los tiempos que son, y son las circunstancias que son. En cada país son diferentes, pero todos somos conscientes de que toca arrimar el hombro y no exponernos en demasía. Dentro de las posibilidades de cada entorno, va a estar difícil poder ir a un gimnasio, salir a un parque sin cruzarnos con más gente, o poder disponer de instalaciones de entrenamiento para programar nuestras sesiones. Así, que es un buen momento para reinventarse y poner a prueba tu disciplina, intentando no posponer entrenamientos ni poner excusas para no entrenar. En números anteriores ya hemos explicado en qué consiste el método ECR (estático contra resistencia), y qué mejor ocasión que estos momentos en los que toca nada más que nuestra voluntad para mantenernos en forma.
6. Olvida los métodos relámpago y entrenamientos milagro para marcar bíceps rápido.
Quien dice el bíceps dice cualquier otro músculo del cuerpo. Si te ves más congestionado será por la carga de comida. Tus depósitos de glucógeno están llenos y visualmente trae consigo un efecto de congestión que probablemente no se tenga en otra época del año. Así que, si te pasa esto, no pienses que al verte así es lo que tienes que hacer durante todo el año, porque lo más probable es que terminases como un zepelín. Poco a poco en los días posteriores con la vuelta a la normalidad en tus entrenos y comidas, el cuerpo volverá a su estado habitual.
A modo resumen, lo más importante es poner todo en contexto. Ser conscientes de que hacer las cosas mal un día no va a echar todo a perder, igual que hacer las cosas bien un día no hace que se cumplan todos tus propósitos. Aunque sea un tópico, la constancia y la disciplina es lo que mayores resultados te van a reportar. Al final, por muchos artículos que se escriban, y muchos métodos que se intenten explicar, las cosas hay que hacerlas. Si no se hacen, no existen resultados. Luego estamos los profesionales de cada sector para ayudar a las personas a que realicen bien esas acciones, y vayan en consonancia a los objetivos que tengan marcados. Pero, lo primero de todo, es actuar. El primer paso es el más importante de todos los pasos. Por supuesto, ante cualquier duda, estoy a tu disposición en mis perfiles de redes sociales, con el fin de que disfrutes unos bonitos días y puedas conciliar de la mejor manera tu vida familiar con tus sesiones de entrenamiento.
Por Julio Soguero
Entrenador Personal
¡FELIZ NAVIDAD!
